viernes, 31 de mayo de 2013

La Teogonía de Hesíodo

Olmo I. Martínez Gómez


Linaje de los dioses.

Hesíodo fue un poeta de la Antigua Grecia, considerado como uno de los más antiguos de los poetas helenos después de Homero. Nació en Ascra, cerca de Tebas, hacia la segunda mitad del siglo VIII a.C. o la primera del siglo VII a.C., aunque no se sabe con exactitud cuándo vivió. Sus datos biográficos se han obtenido de lo que él mismo ha escrito, incluso se llegó a dudar de su existencia. Su familia provenía de Cime de Eolia, lugar de origen de su padre. Posteriormente se establecieron en Beocia. Hesíodo tenía una rivalidad con su hermano Perses a causa de la herencia paterna, tema que abordó en su obra Trabajos y días. Hesíodo consideraba que el trabajo es el destino universal del hombre, sin embargo si no se cuenta con la disposición de hacerlo, nunca se podrá con él.
Su trabajo siempre fue comparado con el de Homero, quien escribía sobre las grandiosas y épicas hazañas de los héroes. En cambio, Hesíodo tenía un estilo muy alejado de la exaltación, lo que él buscaba era instruir, que su obra fuera un medio para la educación.
La Teogonía de Hesíodo es la principal obra del gran poeta griego. Una obra construida a partir de géneros poéticos preexistentes que sólo habían pertenecido a la tradición oral en la Antigua Grecia: cosmogonías, teogonías, genealogías, catálogos y mitos de sucesión. Estos géneros se encuentran fusionados en la obra y le dan un orden cronológico y sentido a la obra.
En el proemio o en el preámbulo de la obra se le aparecerían las musas del Olimpo, hijas de Zeus, quienes le enseñaron un hermoso canto a la verdad. Le ordenaron que cantase las cosas pasadas y futuras de la raza de los dichosos inmortales y que siempre cantara desde el principio hasta el fin. También es aquí donde Hesíodo relata su propia iniciación poética. 
En el cuerpo del poema comienza a hablar de la cosmogonía, del origen de todo: la relación de Gea y Urano y el nacimiento del resto de los dioses.
En la primera generación aparecieron las deidades que representan elementos como Océano, Hiperión y Rea. Así mismo, aparecen dioses más antropomórficos que los anteriores: los Titanes, Cíclopes y Hecatónquiros. Al final de este bloque ocurre el mito de castración de Urano. Fue por este suceso que cometió Crono que resurgieron los Gigantes, las Erinias, las Melias, al igual que de la espuma nació Afrodita. Urano anticiparía la venganza de Zeus sobre Crono.
En la segunda y tercera generación de dioses y final del mito de sucesión, ocurren más nacimientos de deidades, de los cuales destaca el del hijo de Crono y Rea: Zeus. Cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió la ayuda de Gea para salvarlo. Rea engañó a Crono, dándole una piedra envuelta que éste tragó enseguida y sin titubear. Al crecer, Zeus obligaría a Crono para que liberara a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y Cíclopes, quienes como muestra de agradecimiento le otorgarían el rayo. Zeus y sus hermanos lograrían derrocar a Cronos y a los otros Titanes. Con ello, Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos.
La cuarta generación de dioses son los hijos de Zeus, Poseidón, Ares y Afrodita. En ésta generación ocurre la unión de dioses con ninfas o mujeres mortales.
Hesíodo es reconocido por ser el gran poeta que recopiló la historia del origen de los dioses. Un campesino que cuidaba un rebaño de ovejas, que disfrutaba de la vida plácida y sencilla del campo griego y que no tomaba en cuenta que su obra pertenecería a este grupo tan selecto que prevalecería para la posteridad.

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